viernes, 21 de febrero de 2014

Familia descafeinada


Haciendo honor a su título, La gran familia española podría haber sido una de las grandes comedias del cine español del año. Sin embargo, creo que a Daniel Sánchez Arévalo le han traicionado sus propias marcas de estilo, esas costuras que ahora se hacen evidentes. A falta de ver Gordos, su segunda película, su corta filmografía ha ido decreciendo en interés para el que suscribe. Si Azuloscurocasinegro fue uno de los debuts más prometedores del reciente cine nacional con una historia que basculaba entre lo turbador y lo romántico, Primos fue un pasatiempo muy divertido que trataba de bucear en la nostalgia de los años dorados y las ocasiones perdidas sin llegar a entrar a matar, como se diría en el argot taurino. La gran familia española retoma esa idea del divertimento, de la fiesta perpetua con sus descubrimientos y sinsabores, con el telón de fondo del partido que dio a la selección española su primer mundial -sí, soy de los optimistas que piensan que no será el último-. Toda la acción transcurre en ese día, como si el director quisiera remarcar su apego a la realidad, a los difíciles tiempos que vivimos en los que las alegrías deportivas nos sirven de refugio para capear el temporal.
Cinéfilo consumado, Sánchez Arévalo bebe también del cine clásico exhibiendo sus recuerdos personales de Siete novias para siete hermanos. Lo que podría haber sido un homenaje confeso, se torna aquí en un abuso injustificado para contar una historia que se podría haber despachado con mucha menos parafernalia. Las idas y venidas sentimentales de los personajes nos suenan ya repetidas y el humor sólo asoma en ocasiones muy puntuales. Prueba de esa cierta autocomplacencia en la que parece haber caído el realizador es el papel que le adjudica a Raúl Arévalo, un habitual en sus películas, una especie de cameo con aires de "charlotada" que no aporta nada al conjunto, y sí revela, en cambio, muchas de sus intenciones.
Visto lo visto, comparto -sin que sirva de precedente- la opinión de los académicos de arrinconar La gran familia española y celebrar Vivir es fácil con los ojos cerrados como la gran triunfadora del año. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario